El gobernador de Ohio (Estados Unidos), John Kasich, firmó ayer 22 de diciembre una ley que prohíbe practicar abortos cuando el diagnóstico prenatal revela que el no nacido tiene o puede tener síndrome de Down.
"El gobernador es pro vida y apoya las políticas que protegen la santidad de la vida", afirmó el secretario de prensa Jon Keeling a CNN. La ley entrará en vigor en 90 días.
De acuerdo a la nueva legislación, los médicos que practiquen estos abortos podrían perder sus licencias. En cambio la mujer no sería considerada responsable.
La ley fue destacada por los defensores de la vida. "Ahora que el proyecto de No Discriminación del Síndrome de Down es ley, los bebés no nacidos diagnosticados con síndrome de Down han recibido una inyección de vida", afirmó Mike Gonidakis, presidente de Ohio Right to Life.
"Ohio es y continuará siendo un estado que ve las vidas de las personas con síndrome de Down como vidas que valen vivir, gracias a esta legislación", añadió.
Según los centros para el control y prevención de enfermedades, el síndrome de Down afecta aproximadamente a uno de cada 700 bebés nacidos en los Estados Unidos.