VATICANO,
Durante una videoconferencia con un grupo de estudiantes, el Papa Francisco los exhortó a no permanecer quietos ni ser "jóvenes de sillón", sino a caminar hacia un futuro, siempre cuidando de sus raíces.
El Santo Padre hizo este llamado a través de la videoconferencia que sostuvo con estudiantes de la universidad jesuita de Tokyo, la "Sophia University". Antes de dar inicio a la conversación, proyectaron un video de los últimos años de la Iglesia y de los Pontífices: desde la elección de San Juan Pablo II, a la renuncia de Benedicto XVI y el Pontificado de Francisco.
Las alegrías del Papa y la educación universitaria
La primera pregunta fue la de una chica de tercero de Teología que fue bautizada este año. "¿Cuál ha sido la alegría más grande desde que ha sido elegido Papa?". Francisco le dio la enhorabuena por estudiar Teología, porque "las mujeres que estudian Teología pueden llegar a una profundidad a la que no llegan los hombres". "No es solo una alegría, son muchas alegrías. Me gusta cuando puedo estar con la gente, saludarla, cuando puedo conversar con los niños, ancianos, los enfermos. Me ayuda mucho estar con la gente, me hace sentir más joven. Y esto me da mucha alegría. Estas son las alegrías más grandes como Pontífice", respondió.
La siguiente pregunta fue relativa a la educación universitaria. "Para llegar más alto se llega a cosas malas, por ejemplo, mirar por encima del hombro a las personas. La educación debe ser un crecimiento armónico de la persona. Usar todos los tres lenguajes humanos que tenemos: del intelecto, del corazón, el lenguaje de la mano". "Una educación verdadera –continuó– debe armonizar estos tres lenguajes, y así al final de los estudios tendremos a un hombre o a una mujer que siente lo que piensa y lo realiza. La armonía no es equilibrio, pero está siempre abierta al servicio y ahora doy un paso más: una educación que no piensa en la mayoría va a la ruina, una educación involutiva que se mira a sí misma es peligrosa".
Jóvenes "de sillón" y la religión