VATICANO,
El Papa Francisco ha enviado una importante advertencia a los hospitales católicos en el Mensaje de la Jornada Mundial del Enfermo del próximo año, para pedirles que eviten el "empresarialismo", es decir, convertirse en meros negocios que descarten a los pobres.
Francisco asegura que la historia de la Iglesia respecto a la atención de los enfermos es un legado que "ayuda a preservar los hospitales católicos del riesgo del 'empresarialismo', que en todo el mundo intenta que la atención médica caiga en el ámbito del mercado y termine descartando a los pobres".
"La inteligencia organizacional y la caridad requieren más bien que se respete a la persona enferma en su dignidad y se la ponga siempre en el centro del proceso de la curación. Estas deben ser las orientaciones también de los cristianos que trabajan en las estructuras públicas y que, por su servicio, están llamados a dar un buen testimonio del Evangelio".
En el texto, el Pontífice señala que la Cruz "no representa una tragedia sin esperanza, sino que es el lugar donde Jesús muestra su gloria y deja sus últimas voluntades de amor, que se convierten en las reglas constitutivas de la comunidad cristiana y de la vida de todo discípulo".
Al mismo tiempo, expresa que la "vocación materna de la Iglesia hacia los necesitados y los enfermos se ha concretado, en su historia bimilenaria, en una rica serie de iniciativas en favor de los enfermos. Esta historia de dedicación no se debe olvidar". Algo que "continúa hoy en todo el mundo".
"En los países donde existen sistemas sanitarios públicos y adecuados, el trabajo de las congregaciones católicas, de las diócesis y de sus hospitales, además de proporcionar una atención médica de calidad, trata de poner a la persona humana en el centro del proceso terapéutico y de realizar la investigación científica en el respeto de la vida y de los valores morales cristianos.".