VATICANO,
El Papa Francisco volvió a criticar a las personas que pasan todo el día lamentándose y sumidos en el rencor por ser incapaces de perdonar y les dio una solución al respecto.
En la Misa que celebró a primera hora de la mañana en la Casa Santa Marta, reflexionó sobre la primera lectura del día en la que Dios promete a Israel ser consolado. "El Señor ha venido a consolarnos", remarcó el Papa.
"Tantas veces el consuelo del Señor nos parece una maravilla", reafirmó. "Pero no es fácil dejarse consolar; es más fácil consolar a los otros que dejarse consolar. Porque, muchas veces, nosotros estamos pegados a lo negativo, apegados a la herida del pecado dentro de nosotros, y, muchas veces tenemos la preferencia de permanecer ahí, solos, como en la camilla, como ese del Evangelio, aislado, allí, y no levantarnos. '¡Levántate!' es la palabra de Jesús. Siempre: '¡Levántate!'".
Pero el problema es que "somos maestros de lo negativo" por la herida del pecado, mientras que "en lo positivo somos mendigos" y no nos gusta mendigar el consuelo.
Por ejemplo, cuando se prefiere "el rencor" y "cocinamos nuestros sentimientos" hay un "corazón amargo". "Para estos corazones amargos es más hermoso lo amargo que lo dulce", manifestó.
Muchos prefieren esta amargura y poseen una "raíz amarga", "que nos lleva con la memoria al pecado original. Y esto es un modo de no dejarse consolar".