VATICANO,
A través de su Oficina de Prensa, la Santa Sede ha comunicado que "sigue con atención el desarrollo de la situación en Oriente Medio, especialmente en Jerusalén, ciudad sagrada para los cristianos, hebreos y musulmanes de todo el mundo".
El Vaticano expresa su "dolor por los desencuentros que en los últimos días han causado víctimas" y manifiesta que "el Santo Padre renueva su llamado a la sabiduría y a la prudencia de todos y eleva fervientes oraciones para que los responsables de las naciones, en este momento de particular gravedad, se comprometan a evitar una nueva espiral de violencia, respondiendo con palabras y hechos, a los anhelos de paz, de justicia y de seguridad de las poblaciones de esa tierra maltratada".
En el comunicado, la Santa Sede también señala que las preocupaciones por las perspectivas de paz en la región "son objeto estos días de varias iniciativas", entre ellas "las reuniones convocadas con urgencia por la Liga Árabe y la Organización para la cooperación islámica".
"La Santa Sede –continúa el comunicado– es sensible a dichas preocupaciones" por lo que "reitera la posición bien conocida del Papa Francisco sobre el singular carácter de la Ciudad Santa y lo indispensable de respetar el status quo en conformidad con las deliberaciones de la Comunidad internacional y las repetidas solicitudes de las jerarquías de las Iglesias y de las comunidades cristianas de Tierra Santa".
Además, "reitera la propia convicción de que solo una solución negociada entre israelíes y palestinos puede llevar a una paz estable y duradera y garantizar la pacífica coexistencia de dos estados en el interior de los confines internacionalmente reconocidos".
El miércoles 6 de diciembre, el Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció su decisión de trasladar la embajada de su país de Tel Aviv a Jerusalén. Esto conlleva el reconocimiento estadounidense de la Ciudad Santa como capital de Israel, lo que ha generado fuertes enfrentamientos entre palestinos e israelíes y ha causado ya algunos muertos.