OTTAWA,
Mientras estaba vivo, San Francisco Javier nunca llegó a volar en un avión, pues no inventarían este vehículo sino hasta más de 400 años después de su muerte.
Pero ahora, su brazo viajará a lo largo de Canadá en su propio asiento de avión.
La reliquia del misionero jesuita, originalmente guardada en la Iglesia de Gesù, en Roma (Italia), hará un viaje por Canadá entre enero y febrero de 2018, como parte de una iniciativa del grupo universitario Catholic Christian Outreach.
Angèle Regnier, cofundadora de Catholic Christian Outreach, dijo a la radio CBC que viajar con el brazo del santo será "como hacer un viaje con un amigo".
El brazo de San Francisco Javier, expuesto a veneración en Roma.