ROMA,
"Se necesita encontrar una línea política no de división, sino de convergencia de esfuerzos para garantizar la paz", expresó Mons. Silvano Tomasi, Observador Permanente Emérito de la Santa Sede ante la ONU, al referirse a la decisión de Donald Trump de reconocer a Jerusalén como capital de Israel.
El 6 de diciembre Trump anunció su decisión de "reconocer oficialmente Jerusalén como capital de Israel" y ordenó que se prepare el traslado de la embajada estadounidense de Tel Aviv a la ciudad sagrada; un movimiento que sin embargo podría tardar varios años.
Este anuncio fue respaldado por Israel, que consideró este 6 de diciembre como "un día histórico". Sin embargo, fue rechazado por las naciones musulmanas como Jordania y Turquía.
Mahmoud Abbas, Presidente de la Autoridad Palestina, dijo desde Cisjordania que la decisión de Trump era "lamentable". Mientras tanto, el grupo terrorista Hamás –que controla la Franja de Gaza-, llamó a una "intifada" (levantamiento) contra los "enemigos sionistas".
En declaraciones difundidas por Radio Vaticana, Mons. Tomasi recordó que "la posición de la Santa Sede es siempre la sostenida legalmente por las Naciones Unidas, es decir de dos estados independientes, respetuosos de los derechos de cada uno: un estado hebreo y uno palestino".
"Jerusalén debe permanecer accesible a las tres grandes religiones abrahámicas: a los cristianos, musulmanes y hebreos. El hecho de decir que Jerusalén es la capital solo de Israel, con las consecuencias jurídicas que podrían conseguir, complicaría ciertamente esta posición que desde siempre es sostenida por las Naciones Unidas y por la Santa Sede".