MADRID,
El departamento de salud de Sauherad despidió a la galeno por negarse a insertar dispositivos intrauterinos a sus pacientes por motivos de conciencia. Las leyes noruegas prohíben la objeción a los médicos de cabecera.
Tras haber presentado apelación, el pasado día 24 la Corte de Justicia dictaminó que su despido fue una violación de los derechos humanos. Jachimowicz denunció que habían violado sus derechos y que el sistema de salud público la había despedido improcedentemente.
La corte de Apelación de Skien le ha dado la razón y ha revertido la sentencia previa de la corte de Notodden. El municipio de Sauherad ha sido condenado a pagar 600.000 coronas, unos 61.000 euros al cambio, por las costas del juicio.
El caso de Jachimowicz es histórico en Noruega ya que por primera vez alguien obtiene una victoria legal por la libertad de conciencia.
"Dios ha ganado", ha confesado Katarzyna Jachimowicz, parafraseando así una frase que dijo el rey polaco John Sobieski III tras la victoria en la Batalla de Viena en 1683 ante el Imperio otomano: "Veni, vidi, Deus vicit!".
La doctora Jachimowicz había llegado en 2010 a Noruega ante la necesidad de médicos en el país, y gracias a su conocimiento de polaco, ruso y noruego, tuvo una rápida integración.