VATICANO,
El Papa Francisco habló con un grupo de 18 refugiados rohingya y les pidió perdón por la indiferencia del mundo ante el drama de su situación.
El Santo Padre saludó y estrechó la mano a cada uno de estos refugiados musulmanes procedentes del Estado de Rakhine, Myanmar (también conocida como Birmania), que viven en el campo de refugiados de Cox's Bazar. Por primera vez en su viaje apostólico a Myanmar y Bangaldesh, el Papa empleó el término "rohingya" para referirse a ellos.
El saludo se produjo durante el Encuentro Interreligioso y Ecuménico por la Paz celebrado en el jardín del Arzobispado de Daca, en el que participaron representantes de la comunidad musulmana, hindú, budista, anglicana y católica.
El Santo Padre había mostrado en numerosas ocasiones su solidaridad con los musulmanes del Estado de Rakhine, los llamados rohingya, expulsados de sus hogares y perseguidos por las autoridades militares birmanas desde el pasado mes de agosto. Las Naciones Unidas calculan que cerca de 582 mil de estas personas se han refugiado en Bangladesh para huir de la limpieza étnica que sufren en Myanmar, su país de origen.
Deseo de paz entre religiones
Antes del saludo a los musulmanes del Estado de Rakhine, el Obispo de Roma habló ante los líderes de las diferentes religiones presentes en Bangladesh. La reunión interreligiosa y ecuménica estuvo amenizada por varios bailes tradicionales y cánticos.