VATICANO,
El Observador Permanente de la Santa Sede ante la ONU en Ginebra (Suiza), Mons. Silvano Tomasi, explicó el mensaje que, con motivo de la Jornada Mundial de la Paz que se celebrará el 1 de enero de 2018, hizo público el Papa Francisco el pasado viernes 24 de noviembre.
En el mensaje, el Santo Padre pide una actitud de acogida, comprensión y generosidad con los migrantes y refugiados que abandonan su patria huyendo de las guerras y la miseria y en busca de una vida digna.
En declaraciones a ACI Prensa, Mons. Tomasi indicó que "este mensaje forma parte de una serie de mensajes anuales. Sin embargo, la novedad de este mensaje es que, por primera vez, el mensaje está dedicado a uno de los principales asuntos que afectan al mundo contemporáneo: la cuestión de los refugiados y migrantes".
El Observador Permanente de la Santa Sede ante la ONU señaló que "el Papa asocia la buena gestión del fenómeno de la movilidad humana con la cuestión de la paz. De hecho, una correcta política de inmigración y la aceptación de los refugiados contribuye a la paz en los países de origen, y contribuye también a mejorar el estilo de vida de los países que los aceptan".
Además, recordó que la única forma de solucionar el problema de los refugiados es conseguir la paz y la justicia en los países de donde parten. "La paz es una condición 'sine qua non' –aseguró–, es una condición necesaria para evitar que se produzcan refugiados y desplazamientos de personas".
"Si miramos alrededor del mundo de hoy, los lugares donde encontramos a la mayor parte de los 22 millones de refugiados y los demás millones de desplazados internos es en países en cuyas regiones se están produciendo guerras. Siria, por ejemplo, ha producido alrededor de 3 millones de refugiados, además de 6 millones de desplazados internos".