BUENOS AIRES,
Con motivo de la celebración de la I Jornada Mundial de los Pobres, el Arzobispo de La Plata en Argentina, Mons. Héctor Aguer, explicó cómo debe ser la labor de la Iglesia para evangelizarlos.
La evangelización de los más necesitados, dijo Mons. Aguer, "consiste en que aquellos que son realmente pobres no solamente salgan de esa situación de pobreza la cual no depende, muchas veces, de nuestra falta de generosidad, sino que reciban la gracia de Jesús, la verdad de Jesús y entonces alcancen la bienaventuranza que el Señor dirige a los que son pobres".
En el programa "Claves para un Mundo Mejor", Mons. Aguer denunció que en ocasiones los pobres sufren discriminación y son despreciados. "Para algunos el pobre es el inferior, el que no tiene cómo defenderse y puede ser dejado de lado", lamentó.
"Entonces, la pobreza a superar, la mala -habría que decir- la indigencia, la miseria, no es sólo económica, sino social, educativa, cultural".
Los ricos están "llamados a vivir la bienaventuranza proclamada en el Evangelio. Están llamados a vivir en serio la caridad, que no es únicamente 'limosna', sino amor integral a los hermanos", enfatizó el Arzobispo de La Plata.
"Nosotros tenemos que ayudar en lo posible a que los pobres salgan de esa situación y sobre todo si perduran situaciones de manifiesta injusticia que se pueden resolver a nivel individual, barrial, social, pero hay otras formas de pobreza que son, podríamos decir, trascendentes".