MADRID,
Recientemente tuvieron lugar las jornadas para vicarios y delegados de Vida Consagrada y asistentes religiosos de Federaciones Monásticas bajo el tema "fidelidad a Jesucristo en la Vida Consagrada. Desafíos que presenta la cultura actual".
El P. José María Herranz, colaborador de la Comisión Episcopal para la Vida consagrada, explicó a ACI Prensa que el principal reto que afrontan los religiosos en España "son los mismos desafíos que afronta la Iglesia: cómo evangelizar mejor, cómo hacer más presente el mensaje de Cristo en la sociedad y también cómo conseguir que más personas conozcan los carismas y encuentren su vocación".
Ante la disminución de las vocaciones a la vida consagrada y la reciente noticia de que en la ciudad de Pontevedra (España) ya no hay religiosas de clausura, el P. Herranz explicó que "en España se encuentran un tercio de todos los monasterios del mundo, por eso es normal que se produzca un reajuste".
"Hay que afrontar este proceso con mucha esperanza y espíritu de trabajo. Pidiendo al Señor que mande vocaciones y poniéndose en su manos para ver qué quiere de la congregación en este momento de la historia", declaró a ACI Prensa.
Sin embargo, también apuntó que "es evidente que ha habido una disminución en términos numéricos, pero no quiere decir que haya habido una disminución en la calidad".
De esta manera subrayó que esa "calidad" de las vocaciones es algo en lo que los obispos están trabajando especialmente y a lo que han dedicado diversos mensajes durante los últimos años para conseguir "una vida consagrada realmente comprometida y entregada al servicio de Jesucristo".