VATICANO,
Mediante dos telegramas enviados por el Secretario de Estado del Vaticano, Cardenal Pietro Parolin, el Papa Francisco expresó su tristeza por las víctimas del terremoto que durante la noche del domingo 12 de noviembre golpeó diferentes regiones de la frontera entre Irak e Irán dejando un saldo de al menos 300 muertos.
El terremoto, de 7,3 grados de magnitud y epicentro cerca de la ciudad kurda-iraquí de Halabjah, dejó un balance de más de 300 fallecidos y unos 3 mil heridos. Estas cifras son provisionales, pues a medida que pasan las horas y avanzan las tareas de rescate, se encuentran más víctimas del desastre.
En el mensaje de condolencias, el Cardenal Parolin indica que el Papa "está profundamente entristecido por el fuerte terremoto" que golpeó Irán e Irak.
Aunque el terremoto ha causado grandes destrozos materiales a ambos lados de la frontera, la mayor parte de las víctimas mortales se han registrado en la zona iraní.
Tanto en el lado iraní como en el iraquí, donde las infraestructuras se encuentran muy dañadas tras varios años de guerra contra el Estado Islámico, se han concentrado equipos de rescate en el que participan el Ejército, fuerzas policiales, de protección civil y voluntarios.
También se han creado hospitales de campaña para derivar heridos de los hospitales, cuyas instalaciones se encuentran colapsadas.