VATICANO,
En un discurso pronunciado ante líderes de diversos países insulares del Océano Pacífico, el Papa Francisco se mostró preocupado por las graves consecuencias de la degradación medioambiental de los océanos y de la subida del nivel del mar como consecuencia del calentamiento global.
El Santo Padre recibió en la Sala Clementina del Palacio Apostólico a los líderes del Secretariado del Foro de las Islas del Océano Pacífico, provenientes de 11 países insulares: Australia, Islas Cook, Estados Federados de Micronesia, Polinesia Francesa, Kiribati, Nauru, Nueva Zelanda, Papúa Nueva Guinea, República de las Islas Marshall, Samoa y Vanuatu.
Los líderes de estos Estados se encuentran reunidos en Roma para tratar los problemas que afectan los países insulares del Océano Pacífica y para participar en una reunión de la FAO en la que se discutieron asuntos relacionados con la seguridad alimentaria, el cambio climático o los riesgos de desastres naturales.
En su discurso el Pontífice destacó la "belleza y la riqueza cultural y natural" de estos países. Francisco reconoció que la región del Océano Pacífico "suscita también vivas preocupaciones en todos nosotros, y en particular en la población que vive, muchas veces, preocupada por su vulnerabilidad ante fenómenos ambientales extremos, y climáticos, cuya intensidad es cada vez mayor".
Entre todos esos peligros, el Papa consideró que "el que genera un mayor problema, un mayor impacto, es el de la subida del nivel de los mares, así como el doloroso y continuo declive que está sufriendo la barrera coralina, ecosistema marino de gran importancia".
"Son numerosas las causas que han llevado a esta degradación medioambiental y, en muchos casos, son responsabilidad de una conducta humana inapropiada, junto a una forma de explotación de los recursos naturales y humanos cuyo impacto llega hasta el fondo de los océanos".