Tal vez te has preguntado por qué en la Iglesia Católica hay algunos templos con el título de basílica y cuál es su importancia para la vida de fe. Aquí te lo explicamos.
La palabra “basílica” proviene del latín basilĭca (edificio público), que deriva del griego βασιλική basilikḗ, (casa real). En los tiempos del Imperio romano, este edificio era donde se ubicaba el tribunal de justicia.
A lo largo de la historia, los Papas han otorgado el título de “basílica” a un templo por su importancia espiritual e histórica. En ese sentido, se trata de un centro espiritual y de evangelización de una comunidad y sirve también para difundir una devoción especial a la Virgen María, a Jesús o algún santo.
Además, estos templos acogen tesoros sagrados de la Iglesia Católica, como las tumbas y reliquias de santos, entre otros.
Tipos de basílica
En la Iglesia Católica existen las basílicas mayores y las menores. Sólo cuatro templos llevan el título de “basílica mayor”, se encuentran en Roma y son la Basílica de San Pedro, la Basílica de Santa María la Mayor, la Basílica San Pablo de Extramuros y la Basílica de San Juan de Letrán.