REDACCION CENTRAL,
Al celebrarse el 9 de noviembre 32 años de la caída del Muro de Berlín, es importante recordar el papel clave que cumplió el Papa San Juan Pablo II en el fin de los regímenes totalitarios comunistas que existían en Europa del Este.
"La verdad es que el 50% de la caída del muro pertenece a Juan Pablo II, el 30% a Solidaridad y Lech Walesa y solo el 20% al resto del mundo. Esa era la verdad entonces y es la verdad ahora", decía Walesa en 2009.
Walesa, líder político polaco y cofundador del partido Solidaridad, ganó el Premio Nobel de la Paz en 1983 por sus esfuerzos de llevar la democracia y acabar con la tiranía comunista en su natal Polonia.
La construcción del Muro de Berlín comenzó en 1961, pero los problemas se remontan a finales de la Segunda Guerra Mundial.
Derrotado el régimen nazi, los aliados se repartieron el control de Alemania y su capital Berlín. La parte oriental quedó en manos de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), y el occidente bajo el control de Estados Unidos, Reino Unido y Francia.
El muro fue construido por el régimen soviético para evitar el escape desde el territorio que controlaban hacia el lado occidental. La estructura se convirtió en un símbolo de la llamada "Cortina de hierro" entre los países occidentales, y la URSS y sus países satélite.