MADRID,
El Cardenal Fernando Sebastián, Arzobispo Emérito de Pamplona y Tudela, abordó la actual situación en Cataluña, una tierra en la que él vivió durante 15 años, en lugares como Vic, Solsona o Valls, en la que ahora ve con tristeza cómo el nacionalismo la está perjudicando.
En un artículo publicado en Vida Nueva, el Purpurado habla desde el amor, desde el "buen deseo", como él mismo reconoce, y sobre todo fuera de posiciones políticas o eclesiales, tan solo "humanamente, cívicamente, sinceramente".
Dice el Cardenal que "muchos catalanes, jóvenes y adultos, están convencidos de que les conviene separarse de España. Piensan que les estamos maltratando y esta discriminación negativa les da derecho a la secesión. Ellos lo viven como un derecho a la defensa propia. Se lo han enseñado así durante treinta años".
Una creencia que no es verdad, y es peligrosa porque "los nacionalismos, todos los nacionalismos, tienen un fondo de protesta, es como el hijo mayor que se va de casa dando un portazo. Se van porque se ven maltratados, no se sienten queridos".
"Pero a veces no se ven queridos porque antes han sido egoístas, porque han creído que tienen más derechos que los demás, porque no están conformes con lo que reciben en casa, aunque estén recibiendo lo mismo, y a veces más que los demás. El nacionalismo es siempre victimista, pero es victimista porque antes, y más profundamente, es egoísta, se cree más que los demás y quiere más que los demás".
El Cardenal Sebastián advierte que esa ruptura quiebra no solo 500 años de historia conjunta -desde los Reyes Católicos- sino una convivencia de muchos más años porque Cataluña formó parte de la Corona de Aragón.