VATICANO,
Desde primera hora de la mañana, el español José Antonio Fernández esperaba con su moto vespa a que comenzara la Audiencia General del miércoles con el Papa Francisco.
Los fieles que lo veían no daban crédito: "¿Qué hace una moto en la Plaza de San Pedro y a pocos metros de donde se sienta el Papa?" La curiosa situación tiene una explicación: por una buena causa.
El Pontífice, al concluir la audiencia, se acercó hasta la vespa y tras conversar con él la bendijo. José Antonio Fernández es un aventurero que viajará en ella desde la ciudad española de Pamplona (al norte del país) hasta Dakar, capital de Senegal y donde termina el popular "Rally Dakar", una competición anual de rally raid que suele comenzar en las primeras semanas de enero.
La expedición se enmarca en el proyecto "Vespa Extreme - Wheels for Life", iuna niciativa que tiene como doble objetivo recaudar fondos para la investigación de enfermedades olvidadas, a través del Instituto de Salud Tropical de la Universidad de Navarra (ISTUN), y concienciar a la sociedad sobre estas enfermedades, que afectan a millones de personas.
José Antonio presentó el proyecto al Papa y el mismo Pontífice observó con detenimiento la vespa con la que recorrerá los cerca de 10.000 kilómetros de viaje.