ROMA,
Las duras condiciones que la guerra en Siria ha dejado como trágico saldo no son obstáculo para que el sacerdote argentino, P. Alberto Rojas, asista a los cristianos de uno de los barrios más devastados y pobres de la ciudad de Alepo.
En declaraciones a ACI Prensa, el presbítero explicó que el Vicario Apostólico de Alepo, Mons. Georges Abou Khazen, le encomendó la tarea de asistir a las familias cristianas del barrio de Al-Midan, uno de los lugares más necesitados de esa ciudad siria.
"Como sacerdote estoy edificado por la fe simple de la gente de Al-Midan, son los que más conozco, a los que veo todos los días", resaltó el sacerdote que pertenece al Instituto del Verbo Encarnado (IVE) y que tiene 10 años en Medio Oriente, 3 de los cuales los ha pasado en Alepo.
Estos fieles, continuó, "son gente que sufrió mucho y todavía está sufriendo muchas adversidades de todo tipo, pero siempre tenían una respuesta de fe a todos esos problemas, a la muerte, a la injusticia, a la corrupción, a la falta de agua".
Al-Midan era un lugar peligroso porque estaba entre las zonas que controlaban los terroristas y el ejército sirio.
Entre los años 2012 y 2016, la Iglesia de Nuestra Señora de la Anunciación, donde el P. Rojas es párroco, fue usada por el ejército sirio como albergue, por lo que tuvo que hacer sus actividades en la Iglesia de San Antonio de Padua y otros lugares.