SANTIAGO,
Después del brutal ataque que sufrió en agosto la imagen de Cristo Crucificado del Santuario de la Candelaria de Copiapó, en el norte de Chile, el 4 de noviembre volvió a su lugar restaurada ante la mirada emocionada de los fieles presentes.
En la mañana del lunes 21 de agosto, un grupo de jóvenes sacaron la imagen de Cristo y le arrancaron la cruz, le cortaron los brazos y las piernas, y luego lo tiraron a un cesto de basura donde intentaron prenderle fuego.
Además, destrozaron algunas placas de agradecimiento, rompieron ventanas, dieron vuelta las bancas, dejaron invertidos un candelabro y una oración a Jesús Crucificado, y rompieron las cruces que se utilizan para el Vía Crucis.
El Santuario es uno de los recintos marianos más importantes de Chile, donde se venera a la Virgen de la Candelaria, Patrona de Atacama, cuya fiesta se celebra el 2 de febrero con la llamada "fiesta grande", y el 15 de agosto con la fiesta chica.
Tres meses después, los devotos se han reunido en el templo para celebrar la reposición de la imagen en una Misa presidida por el Obispo de Copiapó, Mons. Celestino Aós, acompañado por el rector del Santuario, P. Francisco Javier Medina.