PARIS,
En medio de la polémica desatada en Francia tras la orden del Consejo de Estado de retirar la cruz de una estatua dedicada a San Juan Pablo II, la Primera Ministra de Polonia, Beata Szydlo, ofreció acoger el monumento en su país para salvarlo de "la dictadura de lo políticamente correcto" y la "secularización del Estado".
El 25 de octubre el Consejo de Estado de Francia, la última instancia de la jurisdicción administrativa del país, ordenó al municipio de Ploërmel, en el departamento de Morbihan, retirar la cruz de la estatua dedicada al Pontífice polaco en un plazo de seis meses porque contradice la ley promulgada en 1905 sobre la separación entre la Iglesia y el Estado.
Esta norma prohíbe la instalación de símbolos religiosos como emblema en los monumentos o en cualquier espacio público. Solo los permiten en lugares de culto, cementerios o museos.
Szydlo anunció el 28 de octubre a través de la Agencia de Prensa Polaca que "nosotros proponemos transferirlo (el monumento) a Polonia, si así lo acuerdan las autoridades francesas y la comunidad local".
La Primera Ministra destacó que San Juan Pablo II "nuestro gran compatriota, un gran europeo, es un símbolo de la Europa cristiana unida" y afirmó que "la dictadura de lo políticamente correcto– de la secularización del Estado –deja espacio a los valores que son culturalmente ajenos a nosotros y que conducen a aterrorizar la vida cotidiana de los europeos".
El monumento de bronce, elaborado por el artista ruso Zourab Tsereteli, mide ocho metros de alto y tiene un arco en cuya parte superior se colocó la cruz. Fue instalado en el año 2006 en Ploërmel por mandato del entonces alcalde, Paul Anselin.