VATICANO,
Durante la homilía de la Misa celebrada en la Casa Santa Marta el Papa Francisco afirmó que el camino de la vocación cristiana no es fácil, y que ante las previsibles caídas, los pecados, las desobediencias, hay que dejarse llevar por la misericordia de Dios, hay que dejarse "misericordiar".
El Santo Padre explicó que "a lo largo de la historia de la Salvación, los dones y las llamadas de Dios a su pueblo son irrevocables porque Dios es fiel. Por ello, también es irrevocable el don de la elección, de la promesa y de la Alianza".
"Cada uno de nosotros ha sido elegido, elegido por Dios. Cada uno de nosotros es portador de la promesa del Señor: 'Camina en mi presencia, sé irreprochable y yo te daré todo esto'. Y cada uno de nosotros establece esa Alianza con el Señor. Pero somos libres, la puedes hacer si tienes voluntad".
El camino marcado por esta Alianza no es fácil, advirtió Francisco. "En este camino de la elección hacia la promesa de la Alianza habrá pecados, desobediencias, pero ante estas desobediencias, siempre hay misericordia".
"Es como la dinámica de nuestro caminar hacia la madurez –indicó–: siempre hay misericordia porque Él es fiel, Él no nos quita nunca sus dones. Delante de nuestras debilidades, de nuestros pecados, siempre está la misericordia de Dios".
El Pontífice animó a pensar "en nuestra elección. Pienso que puede ser bueno para todos nosotros. Pensar en la promesa que el Señor nos ha hecho y cómo vivo yo la Alianza con el Señor. Cómo me dejo, permitidme la palabra, 'misericordiar' por el Señor ante mis pecados, ante mis desobediencias. Y, finalmente, si soy capaz de dar gracias a Dios, mediante un acto de adoración, por lo que me ha dado, por lo que nos ha dado a cada uno de nosotros. No podemos olvidar que los dones y la llamada de Dios son irrevocables", insistió.