BUENOS AIRES,
En su reflexión sobre el Evangelio del domingo 5 de noviembre, Mons. José María Arancedo, Arzobispo de Santa Fe de la Vera Cruz en Argentina, alentó a quienes detentan el poder a ejercer su autoridad con coherencia, transparencia, humildad y sabiduría.
El Prelado señaló que en el Evangelio del domingo, Mateo 23,1-12, "escuchamos uno de los reproches mayores de Jesucristo, cuando habla de aquellos que utilizan sus lugares de autoridad, sea en provecho propio o para exigir de los demás esfuerzos que ellos no realizan".
"A ellos los llama 'hipócritas': 'porque no hacen lo que dicen. Todo lo hacen para que los vean, les gusta ocupar los primeros puestos'".
El Arzobispo argentino dijo que "visto desde el Evangelio, estamos ante la perversión de algo que es necesario para la vida de una comunidad. Me refiero a la autoridad, a las personas que están llamadas a ejercer una función noble al servicio del bien común".
Esta función, destacó, "debe tener una dimensión ejemplar en quienes la ejercen y reclama, por lo mismo, un testimonio de coherencia y transparencia".
Mons. Arancedo indicó que "cuando aquel que ocupa un lugar de autoridad no vive ni tiene una conducta moral en el ejercicio del poder, se convierte en un elemento destructivo para la sociedad".