NUEVA YORK,
"Esto nunca estuvo en mi lista de deseos", afirma Barronelle Stutzman, una florista en Estados Unidos que por oponerse a brindar sus servicios a un "matrimonio" gay, hoy enfrenta amenazas de muerte y una millonaria multa que podría arruinarla económicamente.
Barronelle, de 72 años, es dueña de la floristería Arlene's Flowers en Richland, Washington, y actualmente está envuelta en una demanda que involucra a uno de sus clientes de casi 10 años, Rob Ingersoll.
Desde un comienzo, ella sabía que Rob era gay. "Nunca fue un problema", explicó a CNA, agencia en inglés del Grupo ACI.
"Me encantaba hacer arreglos para Rob, porque tenía que pensar de manera original y hacer algo especial para él", recordó.
Un día, Rob le dijo a Barronelle que se había comprometido con su novio. Ella lo tomó de la mano y le explicó que creía que el matrimonio era un signo de la relación entre Cristo y la Iglesia, y por lo tanto no podía hacer arreglos para una boda entre personas del mismo sexo.
Al principio, Rob le dijo que entendía y le pidió una recomendación para buscar otra floristería, a lo que ella accedió.