ROMA,
Jeanette tenía dos años cuando hombres armados con machetes ingresaron a la iglesia donde estaba escondida con su madre y hermanos, y asesinaron a todos los que encontraron a su paso, sin embargo la pequeña se salvó y fue llevada a Italia donde vivió por 23 años, hasta que finalmente, gracias a la persistencia de su hermano, pudo reencontrarse con su familia biológica.
La historia de Jeanette, cuyo nombre original era Beata Nyirambabazi, tuvo lugar durante la masacre que en 1994 ensangrentó Ruanda, cuando la tribu mayoritaria de los hutus intentó exterminar a los tutsis, dejando cientos de miles de muertos.
El intento de exterminio comenzó entre el 6 y 7 de abril de 1994 luego del asesinato del Presidente Juvénal Habyarimana, de etnia hutu.
El 7 de abril los extremistas hutus comenzaron a quemar las casas de la minoría tutsi.
La madre de Beata, también de etnia tutsi, tomó a sus dos hijas gemelas y a su hijo y los llevó a la iglesia católica de Nyamata con la esperanza de protegerse de los asesinos, sin embargo, los atacantes arrojaron granadas y lanzas contra el templo, dejando entre el 14 y 16 de abril unos 5.000 muertos.