VATICANO,
El Gobierno de Egipto clausuró en este mes de octubre dos iglesias coptas "por motivos de seguridad" ante la amenaza de atentados yihadistas.
Sin embargo, responsables de la diócesis copta de Minya, en cuyo territorio se encuentran los dos templos, mostraron en un comunicado oficial sus dudas sobre los verdaderos motivos por los que se ha producido ese "cierre provisional".
"Hemos permanecido callados a lo largo de dos semanas tras el cierre de la primera iglesia, pero vemos que nuestro silencio solo ha conseguido empeorar la situación. Parece que la oración de los coptos resulta un crimen que debe ser castigado", lamentan los responsables de la Diócesis en el comunicado.
Estos cierres de iglesias en Egipto coinciden con el asesinato el pasado 12 de octubre del sacerdote copto ortodoxo Samaan Shehata, apuñalado por un desconocido en el barrio de El Salam, en la ciudad de El Cairo. En ese ataque también resultó herido otro sacerdote.
La comunidad cristiana de Egipto es una de las más pujantes de Oriente Medio. Los cristianos egipcios representan el 5% de los 84 millones de habitantes de este país, la mayoría pertenecientes a la Iglesia Copta Ortodoxa.
Desde el estallido de las llamadas "primaveras árabes" en el año 2011, que provocó la caída del régimen de Hosni Mubarak, y sobre todo desde la irrupción de Estado Islámico en la península del Sinaí, los cristianos egipcios han sido objetivo de continuos atentados terroristas.