REDACCION CENTRAL,
A pocos días de la fecha de Halloween, las palabras del P. José Antonio Fortea, teólogo español y experto en demonología, detallan si los católicos pueden o no participar en las fiestas, disfrazarse y pedir dulces.
En diálogo con ACI Prensa, el P. Fortea precisó que "la respuesta no es simple".
"En sí misma, la celebración de esta fiesta tal como era hace cien años, doscientos años, no tenía nada de malo, y mucho menos en una sociedad tan cristiana como era la norteamericana hace 50 años se reducía a disfrazarse y a visitar las casas, nada más".
En esa época, dijo, "los disfraces eran muy inocentes y bondadosos. Uno se disfrazaba de zanahoria, otro de sheriff, otro de bombero, no había nada de malo".
Sin embargo, precisó, "lo que pasa es que hace ya unos decenios, esta fiesta empezó poco a poco a tomar unos aspectos más relativos a la brujería, a cosa de tipo escabroso, y los disfraces ya no eran disfraces inocentes –uno de piloto y otro de médico–, sino que cada vez eran disfraces más sangrientos, que tenían que ver con lo gore o con la brujería".