MADRID,
El Cardenal Juan José Omella, Arzobispo de Barcelona (España) presidió la Misa de acción de gracias por la beatificación de 109 mártires claretianos, donde recordó que esta celebración no fue "un ajuste de cuentas con el pasado sino un canto a la infinita gracia de Dios y una invitación a ser sus testigos".
La Misa de acción de gracias tuvo lugar en el Santuario del Cor de María de Barcelona (España), junto con el Cardenal Omella concelebró el superior general de los Misioneros Claretianos, el P. Mathew Vattamattam, doce obispos claretianos de todos el mundo y 60 sacerdotes.
Durante la homilía el Cardenal recordó el mensaje de perdón y reconciliación que ha estado presente en todos los actos de esta numerosa beatificación de mártires que murieron durante la persecución religiosa de la Guerra Civil Española (1936-1939).
El Cardenal Omella también aseguró que la beatificación de los mártires claretianos fue "la reconstrucción definitiva de 109 vidas rotas por confesar a Cristo en circunstancias que no quisiéramos que se repitieran jamás".
También hizo un llamado a la confianza absoluta en Dios ante las dificultades: "No tengáis miedo de afrontar las dificultades del tiempo presente porque, a través de acontecimientos que a menudo nos desbordan, Dios va dirigiendo la historia humana hacia su plenitud" y subrayó que "el amor vence al odio y ninguna dificultad o persecución puede quitarnos la alegría de confesar a Jesús".
Además, el Cardenal Omella pidió a los cientos de misioneros claretianos presentes seguir colaborando con "todos los que se esfuerzan por construir un mundo más justo y solidario, incluyendo las autoridades políticas, pero no olvidéis que el corazón le pertenece solo a Dios".