ROMA,
El Papa Francisco regaló a la sede en Roma de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) una estatua que representa al niño sirio Aylan fallecido en la playa turca de Bodrum en octubre de 2015 cuando trataba de alcanzar las costas de Grecia junto a su familia.
La estatua, realizada en mármol blanco de Carrara por el escultor italiano Luigi Prevedel, tiene una base de 1,77 metro, un largo de 1,20 metros, una altura de 75 centímetros y un peso de 900 kilos.
En ella se representa al cuerpo sin vida del pequeño de 3 años sobre la playa.
Junto a él, un pequeño ángel llora su muerte. Se pretende así simbolizar la tragedia de la migración.
El Santo Padre inauguró la estatua, esculpida en un impresionante estilo realista, justo antes de pronunciar su discurso ante el Director General de la FAO con motivo de la Jornada Mundial de la Alimentación.