MADRID,
Hace 14 años Verónica estuvo al borde de la muerte, los médicos avisaron a su marido para que pudiera despedirse de ella, ya que estaban seguros de que iba a morir; sin embargo pidieron con fe al P. Faustino Mínguez, quien intercedió ante Dios por su curación e hizo de esta madre la beneficiaria del milagro que permitirá la canonización de este sacerdote español el próximo domingo 15 de octubre en el Vaticano.
"En mi vida Dios se presentó de una forma maravillosa. Cuando los médicos me habían dado por muerta Él dijo: 'No va a morir, ella va a vivir y estará con su familia y sus hijos'. Para mí es una gran responsabilidad mostrar a la vida que Dios es capaz de todo lo que nosotros le podamos pedir con fe", asegura Verónica.
Según cuenta Verónica a ACI Prensa, todo comenzó cuando estaba en el octavo mes de embarazo de su cuarto hijo. "Era un miércoles, había ido con unas compañeras y de regreso a casa comencé a sentir un dolor muy fuerte en el abdomen. El dolor aumentaba y casi no podía soportarlo. Mi hija mayor llamó a una vecina que es paramédico y ella vio que me había subido muchísimo la presión sanguínea, me llevaron de urgencia al hospital. En cuanto llegué allí me desmayé, caí en coma y me desperté tres meses después".
Al llegar al hospital le hicieron una cesárea de urgencia para salvar al bebé, pero los médicos también descubrieron que el hígado había estallado por el aumento de la presión, sufría una hemorragia grave y los niveles de coagulación eran mínimos, lo que imposibilitaba la recuperación o la operación. Los primeros días en el hospital fueron los más difíciles por el grave estado que presentaba Verónica.
Ella ingresó un miércoles. y el jueves, en el Colegio Divina Pastora, la Madre Patricia pidió oraciones a todos los cursos por la vida de Verónica, una cadena de oración que se extendió entre los conocidos del colegio.