La jueza Rosemary Collyer, de la Corte del Distrito de Columbia (Estados Unidos), ratificó el derecho de la Cámara de Representantes a iniciar cada jornada legislativa con una oración, desestimando de esta manera la demanda presentada por un activista ateo en 2016.
En mayo de 2016 Daniel Barker, copresidente de la Fundación Freedom From Religion, presentó una demanda contra el capellán de la Cámara de Representantes, P. Patrick Conroy, su personal y el vocero de la Cámara, Paul Ryan, luego que fuera rechazado su pedido para hacer una invocación no religiosa en la sala legislativa.
En la Cámara, los capellanes invitados pueden dar una oración de inauguración si son los representantes lo respaldan, si fueron ordenados y si sus rezos se dirigen a un "poder más alto".
Según Barker, había cumplido con los requisitos para hacer una invocación secular, sin embargo, el capellán le aclaró que no había sido "ordenado en una denominación" y que "no es un clérigo religioso".
Sin embargo, en su fallo del miércoles, la jueza Collyer indicó que "a pesar de los repetidos intentos del señor Barker de describir sus afirmaciones como no desafiantes a la constitucionalidad de la oración legislativa, la realidad es que su pedido de abrir la Cámara con una invocación secular, que dio como resultado la negación de su solicitud de servir como capellán invitado, fue un desafío a la capacidad del Congreso de abrir con una oración".
En ese sentido, señaló "decidir que el señor Barker fue discriminado y que se le debería permitir dirigirse a la Cámara sería ignorar el precedente de la Corte Suprema que permite la oración legislativa".