VATICANO,
Los Museos Vaticanos albergan miles de objetos de arte únicos en el mundo. Es uno de los más prestigiosos de todo el planeta, algo de lo que dan cuenta más 6 millones de visitantes al año.
Y son también muchas las obras de arte que con el paso de los años necesitan ser restaurados. Es el caso del Hermes del Belvedere, una estatua adquirida por el Papa Pablo III para decorar un nicho en el Patio del Belvedere, un espacio que se encuentra en el interior de la propia Ciudad del Vaticano.
Los Museos han presentado las mejoras que se han realizado en la estatua después de comprobar una serie de problemas que estaban provocando su deterioro.
La obra fue descubierta en torno al año 1540 en los jardines que rodean el mausoleo de Adriano, hoy conocido como el Castillo de Sant'Angelo.
"Aunque la estatua es pagana, para el cristiano tiene un gran valor ya que muestra la belleza de la naturaleza", manifestó a ACI Prensa uno de los técnicos que han trabajado en ella.
"Hemos decidido restaurarla porque se estaba moviendo. Es extraño, pero es lo que estaba pasando. Había una dislocación entre la parte original compuesta del busto y la cabeza respecto a las piernas que estaban en restauración. Probablemente sucedía algo entre estas dos partes de la escultura".