Gobierno de EEUU anuncia mayores exenciones al mandato abortista de Obama

El mandato abortivo de la HHS se originó en la Ley de Asistencia Asequible –conocida como Obamacare–, que ordenó que se incluyan "servicios preventivos" en los planes de salud. En 2012, el HHS determinó que se incluya cobertura gratuita de anticonceptivos, esterilizaciones y medicamentos abortivos.

La norma original aún está en vigor, pero con las políticas anunciadas este 6 de octubre, empleadores de empresas con y sin fines de lucro podrían estar exentos, si pueden demostrar una objeción con base religiosa a las exigencias del mandato.

El mandato de 2012 permitía solo unas pocas exenciones para iglesias, obligando a muchas caridades religiosas y universidades a enfrentar la decisión de aceptar la norma o enfrentar fuertes multas.

Diversos empleadores presentaron denuncias contra el gobierno a causa del mandato abortista. En 2014, la cadena de tiendas Hobby Lobby ganó un caso contra el mandato en la Corte Suprema de Estados Unidos, por 5 votos contra 4.

Los dueños de Hobby Lobby, la familia Green, argumentó que dar cobertura para medicamentos que podrían causar abortos tempranos viola su fe cristiana.

Una "adaptación" ofrecida por el gobierno de Obama seguía obligando a muchas organizaciones religiosas, como las Hermanitas de los Pobres y la Arquidiócesis de Washington, a proveer cobertura de anticonceptivos y medicamentos abortivos.

Michael P. Warsaw, Presidente del Directorio y Director Ejecutivo de EWTN, la cadena católica de televisión más grande del mundo, que sostiene también un proceso legal contra el gobierno, expresó su optimismo por el anuncio del Departamento de Salud.

"Por más de cinco años, el mandato anticonceptivo de la HHS ha forzado a los estadounidenses a violar sus profundos principios éticos y morales, sin tener en cuenta las garantías de libertad religiosa de la Constitución", dijo en un comunicado el 6 de octubre.

"Junto con nuestro equipo legal, estamos considerando cuidadosamente las exenciones anunciadas hoy y el impacto que esto podría tener en nuestro desafío legal al mandato, pero somos optimistas de que estas noticias probarán ser un paso hacia la victoria para las libertades fundamentales de muchos estadounidenses", señaló.

En un comunicado publicado también el 6 de octubre, el Cardenal DiNardo destacó que la decisión del gobierno de Trump "no es una innovación, sino un retorno al sentido común, una práctica federal de larga data y la coexistencia pacífica entre Iglesia y estado".

La nueva normativa, dijo, "corrige una falla anómala de los reguladores federales que nunca debió haber ocurrido y nunca debería ser repetida".

"Las regulaciones también son buenas noticias para todos los estadounidenses", destacó el Presidente de la USCCB, pues "un mandato del gobierno que coerciona a la gente para que tome una decisión imposible entre obedecer a sus conciencias y obedecer el llamado a servir a los pobres es perjudicial no solo para los católicos sino para el bien común".

"La libertad religiosa es un derecho fundamental para todos, así que cuando es amenazada para algunos es amenazada para todos".

El Cardenal DiNardo aseguró que "con el aliento del Papa Francisco, permaneceremos 'vigilantes, precisamente como buenos ciudadanos, para preservar y defender la libertad de todo lo que la amenaza o la comprometa'".

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