VATICANO,
En su discurso esta mañana a los participantes del Congreso Dignidad Infantil en el Mundo Digital que se realiza en Roma, el Papa Francisco afirmó que una sociedad que consume pornografía no podrá proteger eficazmente a los menores.
En su intervención esta mañana en la Sala Clementina del Palacio Apostólico del Vaticano a los participantes del evento que se reunieron durante tres días en la Pontificia Universidad Gregoriana, el Santo Padre señaló que "sería un grave engaño pensar que una sociedad en la que el consumo anómalo de sexo en la red se extiende entre los adultos será capaz de proteger eficazmente a los menores".
Francisco dijo que cuando se mira los problemas de los niños, es posible "subestimar o tratar de hacer olvidar que también se dan problemas en los adultos y que, aunque para los ordenamientos jurídicos se necesita un límite que distinga entre el menor y el mayor de edad, eso no es suficiente para afrontar los desafíos, porque la difusión de una pornografía cada vez más extrema y otros usos impropios de la red no solo causan trastornos, adicciones y daños graves incluso entre los adultos, sino que afecta también a la representación simbólica del amor y a las relaciones entre los sexos".
El Pontífice alertó luego de la propagación en Internet de algunos "fenómenos extremadamente peligrosos" como "la difusión de imágenes pornográficas cada vez más extremas porque con la adicción se eleva el umbral de la estimulación; el creciente fenómeno del sexting entre chicos y chicas que utilizan las redes sociales; la intimidación que se da cada vez más en la red y representa una auténtica violencia moral y física contra la dignidad de los demás jóvenes; la sextortion; la captación a través de la red de menores con fines sexuales es ya un hecho del que hablan continuamente las noticias".
Además de estos fenómenos, continuó el Papa, se llega "a los crímenes más graves y estremecedores de la organización online del tráfico de personas, la prostitución, incluso de la preparación y la visión en directo de violaciones y violencia contra menores cometidos en otras partes del mundo".
"Por lo tanto, la red tiene su lado oscuro y regiones oscuras (la dark net) donde el mal consigue actuar y expandirse de manera siempre nueva y cada vez con más eficacia, extensión y capilaridad".