CIUDAD DE MÉXICO,
En medio de la desolación y la destrucción que dejó el terremoto de 8,1 grados el 7 de septiembre en el sur de México, los símbolos de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) visitaron el 2 de octubre algunos de los lugares más afectados para dar consuelo y esperanza a los damnificados.
En declaraciones a ACI Prensa, el asesor nacional de la Dimensión Episcopal Mexicana de Pastoral de Adolescentes y Jóvenes (DEMPAJ), P. José de la Luz López, explicó que una de las zonas más dañadas es Oaxaca y por ello la Arquidiócesis no podía organizar la recepción que tenían programada de la Cruz Peregrina y el ícono mariano de la Salus Populis Romani.
Entonces la DEMPAJ decidió "hacer de todos modos una visita como un signo de solidaridad, como un signo de la presencia de Cristo a través de la cruz y también de la Santísima Virgen María con el ícono", expresó.
Pidieron permiso al entonces Obispo de Tehuantepec, Mons. Óscar Armando Campos Contreras, para que un equipo de ocho personas llevara los signos a la catedral y a dos albergues de la zona.
Agregó que los jóvenes del equipo diocesano de Tehuantepec también han participado en organización para la acogida de la cruz y el ícono de las JMJ.
El P. José de la Luz indicó que los signos fueron transportados a Oaxaca en una camioneta desde la ciudad de Acapulco, en el estado de Guerrero, donde estuvieron el 29 y 30 de septiembre y el 1 de octubre.