VATICANO,
La Congregación de las Pequeñas Hermanas de Jesús mantuvieron un encuentro con el Papa Francisco en el Vaticano al celebrar su Capítulo General estos días en Roma.
Una de las características de la vida consagrada es "la simplicidad y la alegría" y precisamente por eso, "para reencontrar el gusto de la vida comunitaria, necesita buscar siempre la simplicidad, el afecto, las pequeñas atenciones, el servicio, la maravilla", dijo el Papa
"Hoy, después de casi 80 años de la fundación del Instituto, más de mil Pequeñas Hermanas están esparcidas por el mundo. Se encuentran situaciones humanamente difíciles, con los más débiles y los más pobres".
Pero "no solo allí para atender, educar, catequizar –también si estas cosas hacen bien–, sino para amar, para estar con los más pequeños, como hacía Jesús, para anunciar el Evangelio, con la sencilla vida hecha de trabajo, de presencia, de amistad, de acogida incondicionada".
Francisco exhortó a "mantener ferviente la vida espiritual, porque es de este amor, recibido de Dios de modo incesante y siempre nuevo, que desborda vuestro amor por los hermanos y las hermanas".
"No tengáis miedo de ir adelante, llevando en vuestros corazones al pequeño Niño Jesús, en todos los lugares en los que están los más pequeños de nuestra vida", añadió.