BOLOGNA,
En la homilía de la Misa en Bologna, Italia, el Papa Francisco explicó que en la vida de cada uno, que no debe centrarse en las apariencias, existen dos caminos: ser pecadores arrepentidos o pecadores hipócritas.
Así lo indicó el Santo Padre en la homilía de la Misa celebrada ante unas 40 mil personas en el estadio "Renato Dall'Ara" de Bologna, con la que concluyó su viaje apostólico a esta ciudad y a Cesena.
En su homilía, el Santo Padre comentó la parábola evangélica de los dos hermanos a los que su padre envió a trabajar a la viña. El primero contestó "no", pero después fue. El segundo contestó "sí", y luego no fue a la viña.
"En el corazón del primero, después del 'no', resonaba la petición del padre. En el corazón del segundo, en cambio, a pesar del 'sí' inicial, la voz del padre había quedado sepultada", explicó.
En la parábola, "la palabra clave es arrepentirse. Es el arrepentimiento el que permite no endurecerse, transformar el 'no' a Dios en 'sí', y el 'sí' al pecado en 'no' por amor al Señor".
"La voluntad del Padre, que cada día delicadamente habla a nuestra conciencia, se cumple solo en forma de arrepentimiento y de conversión continua".