Cada 1 de octubre, la Iglesia inicia la celebración del mes del Santo Rosario, una oración querida por muchos santos a lo largo de la historia y difundida por Santo Domingo de Guzmán, quien según la tradición recibió el rosario de manos de la Santísima Virgen María.
El sitio web de los dominicos señala que “el Rosario es una oración que dirigimos junto a María para alabar y dar gracias a Dios por habernos enviado a su Hijo”.
Los seguidores de Santo Domingo narran que fue San Pío V quien “fijó el modo de rezar el Rosario”. Se establecieron tres grupos de 5 misterios: gozosos (infancia de Jesús), dolorosos (Pasión del Señor) y gloriosos (con Cristo resucitado).
En cada misterio se reza un Padre Nuestro, 10 Avemarías y un Gloria, mientras se medita un pasaje de la vida de Jesús o de la Virgen.
Posteriormente, San Juan Pablo II introdujo 5 nuevos misterios llamados luminosos, sobre la vida pública del Hijo de Dios. Este santo pontífice indicó que el Rosario era su oración predilecta.
Los dominicos también recuerdan que en 1573 el Papa Gregorio XIII estableció la fiesta de la Virgen del Rosario para el primer domingo de octubre. Pero con el tiempo pasó a celebrarse cada 7 del mismo mes.