SAN JUAN,
La Conferencia Episcopal Puertorriqueña (CEP) difundió una carta titulada "Puerto Rico: Derribados, pero no aniquilados" para dar un mensaje de esperanza a los fieles tras la devastación y el sufrimiento que dejaron los huracanes Irma y María en su paso por la isla.
En la misiva, publicada el 27 de septiembre, los Obispos expresaron que "nos llena de dolor y sufrimiento, especialmente, al ver tanto llanto y angustia en los rostros humanos de nuestro pueblo".
El huracán Irma pasó el 6 de septiembre por el norte de Puerto Rico, aunque no impactó de lleno el territorio. Sin embargo, el miércoles 20 el huracán María -de categoría 4-, golpeó la isla, dejando hasta el momento 16 muertos y ocasionando el corte de servicios básicos como el agua y la electricidad, así como la escasez de gasolina y alimentos.
Sin embargo, los obispos puertorriqueños destacaron que la población haya respondido "a la exigencia de la situación, guardando en la medida, el orden y el respeto por el prójimo, la ley y la propiedad ajena".
Agregaron que "delante del panorama que encontramos, no podemos ser testarudos y no ver la responsabilidad que todos tenemos sobre el cambio climático. Entendemos que no podemos actuar como antes y continuar así".