CIUDAD DE MÉXICO,
En un mensaje publicado en el sitio web de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), Mons. Felipe Arizmendi Esquivel, Obispo de San Cristóbal de Las Casas en el estado de Chiapas, señaló que los recientes sismos que han afectado el centro y sur de México no son un castigo de Dios.
Mons. Arizmendi Esquivel lamentó que "con ocasión de los recientes terremotos en varias partes del país, no faltan quienes afirman que esto sucedió porque Dios quiere castigarnos. Que así como destruyó a Sodoma y Gomorra, así está enojado por tanta corrupción, por los crímenes del narcotráfico, por las leyes que favorecen el aborto y las uniones entre personas del mismo sexo, por los pecados clericales, por los abusos contra la madre tierra, etc.".
En las últimas semanas fuertes sismos han afectado México. El 7 de septiembre, un terremoto de 8.1 grados en el Tehuantepec, frente a las costas del estado mexicano de Chiapas, causó casi un centenar de muertes y más de 300 heridos.
El 19 de septiembre otro sismo, esta vez de 7.1 grados afectó los estados de Morelos, Puebla, Estado de México, Guerrero y Oaxaca, así como la capital del país, Ciudad de México. Se estima que al menos 330 personas fallecieron.
Mons. Arizmendi Esquivel subrayó que "desde luego que Dios no está de acuerdo con los pecados, y en Sodoma no había ni diez personas buenas. Pero aquí pereció mucha gente honrada; murieron o perdieron todo personas pacíficas, creyentes, trabajadoras y de buen corazón".
"¡No! No es castigo de Dios. Sería injusto su proceder, y Él es la justicia misma", aseguró.