CIUDAD DE MÉXICO,
En el marco del cumplimiento de los tres años desde la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, en el estado mexicano de Guerrero, el Arzobispo de Acapulco, Mons. Leopoldo González González, señaló que este suceso es aún "una herida a nivel nacional".
Los jóvenes tenían entre 18 y 23 años y eran alumnos de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa. Desaparecieron la noche del 26 de septiembre de 2014 tras un operativo policial ordenado por el entonces alcalde de Iguala, José Luis Abarca, que actualmente está preso a espera de juicio. Durante la ofensiva también murieron otras seis personas y unas 25 quedaron heridas.
Tras realizar varias investigaciones, la Fiscalía aseguró que los 43 jóvenes fueron detenidos y entregados al grupo criminal Guerreros Unidos, que los habría asesinado e incinerado en un basurero de la región. Las autoridades han acusado a Abarca y a su esposa de presuntos vínculos con el grupo criminal, que opera en el estado de Guerrero.
Los padres de familia de los 43 estudiantes han rechazado esta versión, afirman que sus hijos están vivos y han pedido ayuda para que se siga investigando el caso.
En el marco de esta situación, en una conferencia de prensa realizada este 24 de septiembre, el Arzobispo de Acapulco pidió a las autoridades mexicanas que hagan todo el esfuerzo posible para esclarecer los hechos y que opten por el diálogo ante la incertidumbre de los familiares de los 43 jóvenes.
"El camino de solución a los conflictos se encuentra en el diálogo por difícil que este sea, la violencia genera más violencia, hace más difíciles la solución de conflictos", manifestó.