LOS ÁNGELES,
El Arzobispo de Los Ángeles, Mons. José Gómez, hizo una reflexión sobre cómo el poder del amor puede reconciliar a Estados Unidos en un contexto de ataques y protestas raciales.
En su nueva columna semanal, el Prelado recordó el ataque de Charlottesville, en Virginia, –en el que un hombre atropelló a un grupo de personas que protestaban contra el racismo y dejó un muerto y 19 heridos– y las manifestaciones que se realizaron el 18 de septiembre en la ciudad de St. Louis, en Misuri, tras la decisión de un tribunal de absolver a un policía que mató a un joven afroamericano.
Mons. Gómez afirmó que "somos todavía y de muchas maneras una nación dividida en base a las razas. Hay demasiados jóvenes negros y latinos que mueren en las calles o que pasan sus mejores años tras las rejas".
Indicó que aún hay muchos vecindarios que "siguen siendo 'islas solitarias de pobreza', en los que la gente está pereciendo del mismo modo en que sucedía hace una generación cuando el Reverendo Martin Luther King Jr. pronunció esas palabras".
En ese sentido, afirmó que "todos los días tenemos evidencias de que el pensamiento y las prácticas racistas se siguen infiltrando en las actitudes y políticas estadounidenses. Es triste decirlo, pero, con demasiada frecuencia, el 'color de nuestra piel' es todavía más determinante que la 'esencia de nuestro carácter', citando nuevamente al Reverendo King".
Mons. Gómez comentó que hace poco un amigo suyo le escribió para recordarle que en abril de 2018 se cumple 60 años del asesinato de Martin Luther King y que es difícil creer "que todavía estemos luchando por las mismas cosas por las que él luchó".