Nápoles,
Ha vuelto a ocurrir. Un año más, la sangre de San Genaro Obispo y santo patrón de Nápoles, se licuó en el día de su fiesta y martirio a las 10:00 a.m., hora de Italia.
Cientos de fieles abarrotaron la Catedral napolitana a la espera de que ocurriese el esperado milagro. Cuando fue anunciado el hecho extraordinario, rompieron en un largo aplauso.
El Arzobispo de Nápoles, Cardenal Crescenzio Sepe, levantó el relicario que contiene la sangre del santo del siglo III mientras se agitaba un tradicional pañuelo blanco.
Como es tradición, las ampollas que contienen la sangre permanecerán a la vista en la Catedral durante varios días antes de ser devuelto a una bóveda en la capilla del tesoro de la catedral.
La sangre seca de San Genaro se conserva en dos ampollas de vidrio y se licua tradicionalmente tres veces al año: el primer domingo de mayo, el 19 de septiembre, fiesta del Santo y el 16 de diciembre. La Iglesia dice que el milagro sucede gracias a la dedicación y las oraciones de los fieles.
El milagro consiste en que la masa de sangre reseca rojiza, adherida a un lado de la ampolla, se convierte en sangre completamente líquida tras el paso de varios minutos, llegando a cubrir todo el vidrio.