VATICANO,
En los últimos días ha circulado en diversos medios de comunicación y en las redes sociales la noticia de la aparición de unos supuestos huesos pertenecientes al Apóstol San Pedro durante las obras de restauración de la iglesia de Santa Maria in Cappella, en Roma.
Según han informado diversos medios, durante las obras efectuadas en esta iglesia del barrio romano de Trastevere, aparecieron, detrás de un altar medieval, una serie de pequeñas urnas de barro en cuyo interior se custodiaban restos óseos.
Una de esas urnas tenía la inscripción en la que figuraba el nombre de San Pedro junto a los nombres de los Papa Cornelio, Calixto y Félix.
Según las investigaciones de los arqueólogos, los restos encontrados probablemente procedían originalmente de algunas de las catacumbas situadas en las afueras de la ciudad de Roma.
Sin embargo, no existe ninguna evidencia científica que autentifique esos restos: los verdaderos restos del primer Obispo de Roma siguen siendo los que se veneran en la Basílica de San Pedro en el Vaticano.
Las catacumbas eran los lugares de entierro de los cristianos romanos de los primeros siglos después de Cristo. En contra de lo que piensa la mayoría de la gente, no eran lugares secretos, y tampoco eran lugares donde se celebraban Misas para evitar la persecución de la antigua Roma imperial.