MEDELLÍN,
Durante el distendido y cercano encuentro del Papa Francisco con la vida consagrada en el estadio La Macarena en Medellín, el Santo Padre recordó una anécdota en la que explicó qué "argumento" puede darle a un ateo.
"En uno de los viajes, la Jornada Mundial de la Juventud en Polonia" a mediados del año 2016, "en el almuerzo que tuve con 15 jóvenes y el Arzobispo, uno me preguntó: ¿Qué le puedo decir yo a un compañero mío joven que es ateo, que no cree?, ¿Qué argumento le puedo dar?", relató el Pontífice.
"Y a mí se me ocurrió contestarle: 'Mirá, lo último que tenés que hacer es decirle algo' y se quedó mirando", prosiguió el Papa Francisco.
La reacción de los doce mil sacerdotes, religiosos, consagrados y seminaristas fue instantánea: aplaudieron y rieron.
"Empezá a hacer. Empezá a comportarte de tal manera que la inquietud que él tiene adentro lo haga curioso y te pregunte. Y cuando te pregunte por tu testimonio, ahí podés empezar a decir algo".
"Es tan importante ese callejear la fe en la vida. Esa es la vida, es a la que se refiere Jesús en el texto que hemos proclamado: la vid que es el pueblo de la alianza".