VILLAVICENCIO,
El Papa Francisco beatificó este viernes 8 de septiembre al sacerdote mártir Pedro María Ramírez Ramos, más conocido como el Cura de Armero, que prefirió proteger la Eucaristía antes que huir para salvarse del peligro.
Así lo recordó hoy el Obispo de Garzón, Mons. Fabio Duque Jaramillo, quien leyó una biografía del Cura de Armero antes del rito de beatificación presidido por el Santo Padre.
El Prelado explicó que en los últimos años de la década de 1940, "la situación política de Colombia en aquel período era muy difícil, tanto por la alternancia de liberales y conservadores en la conducción del país, como por la fuerte propaganda comunista".
En 1948, prosiguió, estalló una revuelta, conocida como "El Bogotazo", y como consecuencia "se desató una verdadera persecución religiosa, que golpeó también al pueblo de Armero, siendo profanado su templo".
Mons. Duque relató que el Cura de Armero, "consciente de la gravedad del momento y pensando que su muerte estaba cerca, lo primero que pensó fue evitar la profanación del Santísimo Sacramento, conservando una Hostia que él mismo consumió poco antes de morir".
"Cuando las hermanas y otras personas le aconsejaron escapar y esconderse, respondió diciendo: 'He consultado y mi amito me dice que permanezca en mi puesto'. Escribió un breve testamento para que lo entregaran al Señor Obispo, en el que recordaba a su familia y a otras personas".