BOGOTÁ,
Tras culminar su jornada en Bogotá, el Papa Francisco se dirigió a la Nunciatura Apostólica donde fue recibido por un grupo de niños y jóvenes con discapacidad que bailaron, cantaron y le dirigieron unas conmovedoras palabras que lo inspiraron a dar un mensaje sobre la vulnerabilidad humana.
Mientras un grupo bailaba ante la mirada sonriente del Pontífice, un coro de 50 niños y jóvenes con discapacidad entonó la canción "Amo esta tierra", del compositor Leonardo Laverde. Fueron acompañados por ocho niños sordomudos que interpretaron la melodía en lenguaje de señas.
Al terminar unas jóvenes le regalaron un DVD donde se muestra la preparación espiritual y musical que tuvo el coro durante cinco meses.
El mensaje que conmovió al Pontífice fue el de una joven con discapacidad llamada Lina María quien manifestó que "queremos un mundo en el que la vulnerabilidad sea reconocida como la esencia de lo humano, que lejos de debilitarnos nos fortalece y dignifica. Un lugar de encuentro común que nos humaniza".
Después el Papa Francisco agradeció a los jóvenes y niños por el baile, los cantos y "por estar allí todos".
"Además, Lina María dijo una cosa tan linda: que lo humano se ve más cuando… dilo, quiero que te escuchen de nuevo, ¿lo humano cuando lo ves?", preguntó el Pontífice y la joven volvió a leer las palabras que dijo.