BOGOTÁ,
En su discurso a los obispos de Colombia en el Palacio Cardenalicio en Bogotá, el Papa Francisco destacó que la Iglesia Católica defiende la vida desde el vientre materno hasta su natural conclusión.
Antes de sus palabras, el Papa escuchó el saludo del Arzobispo de Bogotá, Cardenal Rubén Salazar; y del Presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia, Mons. Oscar Urbina Ortega.
Mons. Urbina afirmó que "Estamos seguros que su voz profética bendecirá a este pueblo colombiano y nos animará a seguir suscitando gestos concretos de reconciliación, perdón y misericordia, para que podamos ser artesanos de la paz que Jesús nos regala, y así construir juntos la nueva patria que todos soñamos y que queremos dejar a las futuras generaciones".
El Santo Padre, que ofreció un extenso discurso a los prelados colombianos en los que los exhortó a desarrollar su misión con amor y recordó que sus predecesores han insistido en varios de los desafíos "que llevo en mi corazón de pastor, deseoso de exhortarles a ser cada vez más una Iglesia en misión".
Francisco dijo: "Pienso en las familias colombianas, en la defensa de la vida desde el vientre materno hasta su natural conclusión, en la plaga de la violencia y del alcoholismo, no raramente extendida en los hogares, en la fragilidad del vínculo matrimonial y la ausencia de los padres de familia con sus trágicas consecuencias de inseguridad y orfandad".
También se refirió a los jóvenes "amenazados por el vacío del alma y arrastrados en la fuga de la droga, en el estilo de vida fácil, en la tentación subversiva", además de los "numerosos y generosos sacerdotes y en el desafío de sostenerlos en la fiel y cotidiana elección por Cristo y por la Iglesia, mientras algunos otros continúan propagando la cómoda neutralidad de aquellos que nada eligen para quedarse con la soledad de sí mismos".