CIUDAD DE MÉXICO,
El Arzobispo Primado de México, Cardenal Norberto Rivera, presidió una Misa por el Día del Migrante, en la que reflexionó sobre esta realidad y la necesidad de tenderle la mano a aquel que deja su tierra.
En la homilía del 3 de septiembre, difundida por el SIAME, el Purpurado dijo que "hoy hacemos oración" para que "en nosotros nazca un grande amor por aquellos que son migrantes, porque, en definitiva, todos de alguna manera somos migrantes. Estamos de paso rumbo a la Patria Celestial".
El Cardenal Rivera dijo también que "todos sabemos que a nuestros hermanos migrantes (…) no tan solamente debemos tratarlos con respeto, sino con agradecimiento y con bondad" ya que "nos hacen el favor de venir a visitarnos y así ayudan a nuestra patria".
"También a aquellos hermanos nuestros que salen de sus países, no precisamente como turistas, sino por necesidades económicas o políticas, siempre debemos tenderles la mano", dijo el Cardenal.
El Arzobispo Primado recordó asimismo que a nivel institucional, las autoridades son las responsables del tema de los migrantes; sin embargo, "cada ciudadano puede hacer algo por aquél que ha salido de su patria y viene aquí necesitado de ayuda, de comprensión y de consuelo".
A la Misa en la Catedral Metropolitana de Ciudad de México asistieron los embajadores de Ecuador, El Salvador, Filipinas, Haití, Honduras, Nicaragua y Paraguay, así como los cónsules de Perú y Guatemala; el Jefe de la Cancillería de Argentina y el Consejero de la Embajada de España en México.