En su mensaje por el Día del Trabajo, que se celebra hoy 4 de septiembre en Estados Unidos, los Obispos de este país subrayaron la importancia de una comprensión debidamente ordenada del trabajo, que prioriza al trabajador y a la familia.
Esta visión del trabajo debe garantizar condiciones laborales seguras, mostrar solidaridad con las personas en situación de pobreza, y hacer hincapié en la dignidad del trabajador más que solo el beneficio económico, afirmaron en una declaración.
"El estrés económico contribuye a la disminución de las tasas de matrimonio, al aumento de los nacimientos fuera de los hogares biparentales y a la pobreza infantil", señaló el Obispo de Venice (Florida) y Presidente del Comité de Justicia Doméstica y Desarrollo Humano de la Conferencia Episcopal de los Estados Unidos (USCCB), Mons. Frank Dewane.
El Prelado abogó por medidas legales para proteger los derechos de los trabajadores y por su defensa ante la explotación.
Sin embargo, "las protecciones legales no pueden resolver todos los problemas cuando la misma cultura también debe cambiar", observó Mons. Dewane, ya que estos cambios deben extenderse más allá de la política y tratar de recuperar la comprensión del trabajo como "una cooperación con el poder creativo de Dios".
El Obispo expresó su preocupación de que a pesar del crecimiento económico, todavía existe un "estancamiento o disminución (de salarios) para la gran mayoría de las personas" y que la riqueza recién generada solo va a un pequeño porcentaje de la población.